Una actuación digna.
Un arquero que es una maravilla.
Y la esperanza, como nunca antes, al alcance de la mano.
Boca empató sin goles con Corinthians, en San Pablo, por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores y dio una muestra de jerarquía.
Más allá de que el equipo brasileño sufre el mal de ausencias, el conjunto argentino exhibió coraje, disciplina y dosis de la antigua mística.
La revancha será el próximo martes, en la Bombonera; el ganador enfrentará a Flamengo o Deportes Tolima, de Colombia en los cuartos de final.
El conjunto xeneize, ganador de seis trofeos, arrancó la etapa definitoria con la ilusión de coronarse luego de 15 años de sequía en el máximo torneo sudamericano..